diumenge, 25 d’abril del 2010

MIS RECUERDOS DE SANT PAU

He pasado una parte de mi vida, una parte muy importante en el Hospital de Sant Pau; mis problemas cardiacos hicieron que durante años mis visitas a Sant Pau fueran regulares y contantes. Incluso algún verano o final de verano lo pase en sus habitaciones, como si de un “hotel“ se tratase. Era el verano del 76, el final del verano, el 20 de septiembre, después de aquel 11 de septiembre maravilloso, en el que por poco me sale el corazón por la boca …

El 20 de septiembre de 1976, volví a nacer, después de una larga operación a corazón abierto, dirigida por este excelente médico y mejor persona, llamado Josep María Caralps, tan mal tratado por el establishment, político-médico-administrativo catalán; aquel día volví a nacer.

El 28 de julio de 1994, volví a Sant Pau, allí nació Oriol Arcarons Roig, hoy ya adolescente con toda una vida por delante, que estoy seguro que superará … Sant Pau, marca, sin duda, nos ha marcado y nos ha unido por siempre más.

Hoy miles de personas visitan el recinto modernista del histórico hospital de Sant Pau, en plena tarea de restauración y recuerdan como yo momentos y vivencias difíciles de olvidar.

Recuerdos del Sant Pau

LLUÍS SIERRA - Barcelona

En las colas para entrar en los pabellones del antiguo Sant Pau, con esperas de hasta veinte minutos, se pillaban frases cogidas al vuelo: "Yo estuve ingresado aquí", "¿te acuerdas de la abuela?", "lástima que no pueden visitar las galerías" o "este es el pabellón donde se hundió la cúpula"...

Hay jornadas de puertas abiertas que se hacen en recintos, palacios, monumentos en los que sólo muy de tanto en cuanto entra el común de los ciudadanos. Otras que se hacen en sitios que la mayoría de la gente siente como algo suyo, de tantas o tan importantes veces que se han visitado. Y eso se notaba en las colas de ayer en el histórico hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Fue una jornada de recuerdos (como lo será en la mañana de hoy) para los 12.000 visitantes.

"Cuando yo tenía 7 años, este pabellón era así, como ahora, pero con camas", recordaba Àngels, vecina del hospital desde su nacimiento en la primera mitad del siglo pasado. Visitaba el pabellón de Sant Rafael, el más avanzado en su rehabilitación (salvo el pequeño de Santa Apol · lònia, ya restaurado) que se descubre amplio, nítido, ya sin las paredes y techos que se añadieron hace años para ganar superficie útil. Para la ocasión se han colocado, recogidas, las amplias cortinas blancas que separaban grupos de pacientes.

Los otros pabellones visitables (la Purísima, el Carme, Sant Salvador) muestran más claramente hasta donde se había deteriorado en 80 años la obra de Lluís Domènech i Montaner, el conjunto modernista más importante de Europa. La gente se paraba a mirar detalles: azulejos, trencadissos, las asas retorcidas de las ventanas... y a los artesanos que iban restaurando piezas de cerámica vidriada. "No pensaba que estuviera tan mal", confesaba Ramón, que visitaba las salas junto a su mujer, Roser. Esta evocaba emocionada "aquellas filas de camas y aquellas monjas con aquellas grandes tocas aladas...".

¿Y las galerías? "De niños jugábamos en ellas, entrábamos por donde la puerta, eran muy oscuras, y se trataba de salir por la iglesia, si no nos pillaban", rememora Àngels. Su marido, Josep, también conoció de chaval las galerías, "cuando llevaba medicinas de muestra a los doctores, de parte de un visitante médico". Las galerías fueron diseñadas por Domènech i Montaner para comunicar los pabellones. Ayer estaban en boca de muchos que esperaban poder bajar a ellas. Era una pequeña decepción, pero la gente acababa la visita satisfecha. Muchos, de paso, aprendieron detalles de la historia del hospital, en las exposiciones sobre el pasado y el futuro del recinto y sobre el modernismo. Por ejemplo, que la dedicación a Sant Pau se debea Pau Gil, el banquero que donó cuatro millones de pesetas para construirlo.

Las obras de restauración iniciadas el año pasado durarán años, pero la tarea no ha de ser incompatible con la adaptación del recinto como centro de capitalidad mediterránea, como señalaron ayer, en gran vestíbulo, el alcalde Jordi Hereu, la consellera de Salut, Marina Geli, y el patrón de la Muy Ilustre Administración del Sant Pau, mosén Joan Benito. La Universidad de las Naciones Unidas del Sur de Europa ya firmó un convenio para instalarse en el recinto.

Siempre nos quedará Sant Pau, aquellos recuerdos de aquellos días … tan difíciles de olvidar.

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