dissabte, 22 de novembre del 2008

La AKADEMIA, no cree en el Derecho del Turismo ( y IV … de momento)


Después de unos meses sin tener noticias de mi amigo, “el de la Akademia”, me reencontré con él en uno de estos actos “académico-turísticos” al que él y yo acostumbramos a asistir, no porqué tengan un especial interés … sino simplemente porque “hay que ir”.

Lo encontré “triste y alegre”; triste porqué un dramático acontecimiento familiar le tenía todavía amargamente destrozado … hacia unos días que su padre había muerto después de una de estas enfermedades que nos hacen sentir a todos la amargura e impotencia de no poder hacer nada para remediarlas … (el cáncer) y, a la vez “alegre” contradictoriamente “alegre”.

El mismo día que su la muerte de su padre (06.11.2008), en el ICO de Bellvitge, muy cerca de su casa familiar, en un barrio obrero de El Prat de Llobregat, “ … el COMITÉ DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS del Programa de Evaluación del Profesorado …” realizaba la EVALUACIÓN POSITIVA de su actividad docente e investigadora …

Finalmente y, después de sus múltiples trifulcas, solicitudes, recursos, … llevados a cabo durante el último año; después de un año (un año más …) de actividad docente, publicaciones, artículos, presencia en congresos y jornadas, … tal y como había realizado en todos estos años de actividad docente e investigadora, … recibía el reconocimiento de “la Akademia”.

Lo encontré agotado y cansado, muy cansado, … no estaba “alegre” los últimos acontecimientos lo han dejado muy tocado … No obstante, me atreví a preguntarle … ¿Qué ha cambiado en este año?, ¿Qué criterios se han modificado?, ¿?, … me escucho, se produjo un largo silencio … intentó contestar … pero la emoción no le dejó articular palabra … no lo sabía.

Me quedé con muchas dudas, como siempre … mis compañeros/as que están iniciando los trámites para ser acreditados por “la Akademia” también se lo preguntan.

Yo, sinceramente … no lo sé, espero poder contestarlo algún día.

De todas formas, después de esta última conversación me quedé como él “triste y alegre”, todavía no he podido reaccionar.

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