"NO ME HAN PODIDO TRATAR PEOR"
http://www.lavanguardia.es/, 07/08/2007
Se puede ir de vacaciones a un paraíso caribeño sin maletas? Conchi Gálvez sabe bien que sí, aunque no de forma voluntaria. Ysus buenos disgustos se ha llevado. Tanto es así que ayer, minutos después de salir por la puerta del aeropuerto de El Prat, se vino abajo. Y con ella, ocho familias más que vivieron la misma peripecia. En resumen, salieron de Barcelona el pasado 29 de julio con destino a Cancún y, tras facturar, no volvieron a ver más sus maletas. Nueve días sin ropa, ni neceser, ni bañadores, ni crema solar, ni enseres personales... Nada de nada. Ni siquiera información. Ni por parte del aeropuerto mexicano, ni por parte del barcelonés. "No me han podido tratado peor", decía ayer Conchi tras acudir al mostrador de reclamaciones de maletas del aeropuerto de El Prat, donde tenía la esperanza de encontrar su equipaje perdido.
La suya es una experiencia límite que demuestra que algo está fallando cuando nadie da respuesta a nueve familias que han pasado sus vacaciones sin equipaje. Ni tan siquiera saben si las maletas llegaron a salir del aeropuerto de Barcelona. "Ahorras todo el año, pones todas tus ilusiones en unas vacaciones, te llevas toda la ropa bonita para lucirla en un hotel de lujo y luego...". Conchi rompió a llorar con sólo recordarlo. Porque lo que más le duele a ella, como a Josep Valls o a Raquel Granero, afectados como Conchi por este descontrol, es el recibimiento que ayer por la tarde tuvieron en el mostrador de reclamaciones. "Podemos entender que México sea un país tercermundista, donde no nos hicieron el mínimo caso. Pero no entiendo que lleguemos a Barcelona y que no se nos trate con un mínimo de respeto y consideración. ¿Es que nadie puede entender que si reclamamos no es por gusto y que evidentemente venimos de pasar unos días fatales?, decía. Al final, las nueve familias se fueron del mismo modo que aterrizaron. Con lo puesto. "A mí no me llegará la maleta, pero esto no quedará impune", amenazaban los afectados.
Otra odisea, pero esta con final feliz, es la que vivió Albert Canudes tras volver el domingo de Creta, vía Atenas. "Facturé directo a Barcelona porque me dijeron que era posible", cuenta. Al final, su maleta y la de un compañero no aparecieron y tuvieron que volver ayer al aeropuerto, después de horas de desinformación. "La maleta de mi compañero estaba junto con un montón de equipaje que había en el suelo y en carros a los lados de las cintas de recogida de equipajes. La mía la recuperé en el depósito de Iberia delante de la terminal C", cuanta Canudes tras casi 20 horas de búsqueda. Eso sí, aplaude la amabilidad de la atención recibida. Una de cal y otra de arena.
Se puede ir de vacaciones a un paraíso caribeño sin maletas? Conchi Gálvez sabe bien que sí, aunque no de forma voluntaria. Ysus buenos disgustos se ha llevado. Tanto es así que ayer, minutos después de salir por la puerta del aeropuerto de El Prat, se vino abajo. Y con ella, ocho familias más que vivieron la misma peripecia. En resumen, salieron de Barcelona el pasado 29 de julio con destino a Cancún y, tras facturar, no volvieron a ver más sus maletas. Nueve días sin ropa, ni neceser, ni bañadores, ni crema solar, ni enseres personales... Nada de nada. Ni siquiera información. Ni por parte del aeropuerto mexicano, ni por parte del barcelonés. "No me han podido tratado peor", decía ayer Conchi tras acudir al mostrador de reclamaciones de maletas del aeropuerto de El Prat, donde tenía la esperanza de encontrar su equipaje perdido.
La suya es una experiencia límite que demuestra que algo está fallando cuando nadie da respuesta a nueve familias que han pasado sus vacaciones sin equipaje. Ni tan siquiera saben si las maletas llegaron a salir del aeropuerto de Barcelona. "Ahorras todo el año, pones todas tus ilusiones en unas vacaciones, te llevas toda la ropa bonita para lucirla en un hotel de lujo y luego...". Conchi rompió a llorar con sólo recordarlo. Porque lo que más le duele a ella, como a Josep Valls o a Raquel Granero, afectados como Conchi por este descontrol, es el recibimiento que ayer por la tarde tuvieron en el mostrador de reclamaciones. "Podemos entender que México sea un país tercermundista, donde no nos hicieron el mínimo caso. Pero no entiendo que lleguemos a Barcelona y que no se nos trate con un mínimo de respeto y consideración. ¿Es que nadie puede entender que si reclamamos no es por gusto y que evidentemente venimos de pasar unos días fatales?, decía. Al final, las nueve familias se fueron del mismo modo que aterrizaron. Con lo puesto. "A mí no me llegará la maleta, pero esto no quedará impune", amenazaban los afectados.
Otra odisea, pero esta con final feliz, es la que vivió Albert Canudes tras volver el domingo de Creta, vía Atenas. "Facturé directo a Barcelona porque me dijeron que era posible", cuenta. Al final, su maleta y la de un compañero no aparecieron y tuvieron que volver ayer al aeropuerto, después de horas de desinformación. "La maleta de mi compañero estaba junto con un montón de equipaje que había en el suelo y en carros a los lados de las cintas de recogida de equipajes. La mía la recuperé en el depósito de Iberia delante de la terminal C", cuanta Canudes tras casi 20 horas de búsqueda. Eso sí, aplaude la amabilidad de la atención recibida. Una de cal y otra de arena.
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