dissabte, 15 de març del 2008

¿AÚN SE PUEDEN VER LAS ESTRELLAS? (Núria González y Victor Goitia) en EDITUR LATINOAMERICA.




Editur Latinoamerica, febrero 2008
LAS ESTRELLAS HOTELERAS SON LO DE MENOS
En Europa, hoteles con el mismo número de estrellas brindan servicios y calidades totalmente dispares según el país. La unificación social y económica del Viejo Continente no parece haber llegado a este tema. Un trabajo hecho por estudiantes universitarios demuestra la diferencia de niveles y criterios a la hora de darle las estrellas a los hoteles.

En Europa, hoteles con el mismo número de estrellas brindan servicios y calidades totalmente dispares según el país.
Por Agustí Valls

La unificación regional de las estrellas es el gran desafío para el sector hotelero del Viejo Continente. La espectacularidad de los hoteles clásicos es dificil de equiparar por los diseños más modernos y minimalistas.

¿Sirven de guía las estrellas acerca de la calidad y servicios que se encontrará el cliente en un hotel? ¿Son iguales todos los establecimientos de una misma categoría? ¿Cómo se le puede explicar a un turista latinoamericano -se preguntan los estudiantes Nuria González y Victor Goitia de la Escuela de Hotelería y Turismo CETT - UB, que un hotel de 3 estrellas en Barcelona sea muy distinto a uno de la misma categoría en Praga o Múnich, pese a la unificación social y económica que se lleva a cabo dentro de la Unión Europea? Son las mismas preguntas que se formulan muchas personas al viajar.

Los dos estudiantes decidieron convertir estos interrogantes en el tema de su proyecto de final de carrera, bajo la tutoría del profesor de Derecho Turístico Ramón Arcarons. El resultado ha sido un documentado trabajo de investigación titulado “¿Aún se pueden ver las estrellas?”, sobre las diferencias entre países en cuanto a las clasificaciones de los hoteles.

DISPARIDAD TOTAL

Una de las conclusiones del estudio es que el panorama actual de los sistemas de clasificación hotelera en Europa es muy dispar. Hay grandes diferencias entre países, con la consiguiente confusión para el consumidor. Los autores han analizado las normativas hoteleras de 26 naciones del continente (desde España hasta Suecia, pasando por Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y hasta pequeños países como Chipre o Malta), comprobando que en muchos casos éstas han sido elaboradas sin tener en cuenta las necesidades reales de los usuarios.

Así, mientras que Finlandia no dispone de un sistema propio, España e Italia cuentancon varias normativas a la vez, al derivar las competencias sobre turismo en lasdistintas regiones y comunidades autónomas, con lo cual también es difícil de entender que, dentro del mismo país, un hotel de 4 estrellas no sea igual en Barcelona que en Oviedo o Lugo. Bélgica y Luxemburgo comparten un mismo sistema,Irlanda y Lituania tienen criterios muy parecidos y Suecia y Dinamarca presentan dos sistemas bastante similares.

Esta situación provoca perplejidad en el consumidor.La distancia entre los sistemas de clasificación oficiales y las necesidades reales de información de los consumidores han llevado, según se apunta en el estudio, a que el sector privado desarrolle sus propios métodos de clasificación de los hoteles.

Así lo han hecho las grandes cadenas de hospedaje, los sistemas de reservas centralizados,los GDS (Global Distribution Systems) y algunas organizaciones privadas.Pero el resultado ha generado todavía más confusión. Ha habido varios intentosde creación de un sistema de clasificación unificado a escala europea, pero no han tenido éxito. Según Nuria González y Victor Goitia, este fracaso se explica por la disconformidad de organizaciones como la Confederación Europea de Asociaciones Nacionales de Hoteles, Restaurantes, Bares y Establecimientos Similares (Hotrec) o la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes (IH&RA) sobre la unificación de criterios, y también por la dificultad que entraña la armonización de normativas estatales y regionales muy dispares.Hay que tener en cuenta que existen países en que los sistemas de clasificación hotelera son voluntarios, otros con categorías e indicadores que no se corresponden con las tradicionales estrellas o que tienen sistemas duales de requisitos mínimos obligatorios y requisitos opcionales.Por otra parte, el hecho de que muchas propiedades, una vez clasificadas, no vuelvan a ser objeto de inspecciones que tengan como finalidad comprobar si siguen acordes con la normativa, ha generado con frecuencia conflictos entre usuarios y agencias de viajes que han acabado derivando en denuncias. Todo ello hace que las estrellas sean cada vez menos tenidas en cuenta a la hora de seleccionar un hotel, mientras que en cambio se presta más atención a factores como el precio, la ubicación o la marca.

LA ARMONIZACION, ¿UNA UTOPIA?

Esta ausencia de estándares mínimos comparables da lugar a que una misma clasificación de hoteles dé al huésped satisfacciones diferentes en uno u otro país. El secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Ramon Estalella, recuerda que sólo en 10 países de la Unión Europea esobligatoria la categorizacíon de los hoteles. En cambio, esgrime Estalella, son cientos las directivas de la U.E. que “inciden en la cuenta de resultados de un hotel”.“No creo que la U.E. se dote de esa armonización porque supondría poner en marchamecanismos de equivalencia en 27 países”, advierte por su parte el mismísimo secretario general de la OMT, Francesco Frangialli. Matiza, sin embargo, que “trabajamos con el comité ISO y con organizaciones internacionales de cara a conseguir un mínimo de compromiso”.Francia ha sugerido, avanza el mismo secretario general de la OMT, que la Unión Euromediterránea, si termina por ver la luz algún día, sea un escenario propicio para esa armonización.

COLABORACION PUBLICO-PRIVADA

El informe apunta la conveniencia de establecer un nuevo sistema de clasificación unificado que surja como resultado de la colaboración entre los sectores público y privado. El sector público debería establecer unos requisitos mínimos, en tanto que el privado tendría que crear un sistema de clasificación en función de las necesidad es del mercado en cuanto a calidad y servicios. Como ejemplo de esta colaboraciónse menciona el caso de Austria, país donde la Cámara Federal de Economía ha encargado a la Universidad de Economía de Viena la realización de un estudio de mercado que sirva de base para elaborar un sistema de clasificación hotelera adaptado a las necesidades de los usuarios.Los autores del estudio sostienen que la creación de una normativa europea unificadasería la mejor forma de solucionar la disparidad actual, aunque reconocen que estaunificación implica una gran complejidad. Recuerdan, sin embargo, que en el sector turístico ya se han llevado a cabo iniciativas en este sentido, como por ejemplo la Directiva Europea de Viajes Combinados.Un posible primer paso sería, en su opinión, que la Unión Europea establecieraunas directrices generales para la creación de una normativa de clasificación estándar, permitiendo a los países miembros adaptar tales directrices a sus realidades turísticas.Estas directrices deberían contemplar la realización de inspecciones periódicas en los hoteles ya clasificados. Es lo que sucede en República Checa, donde los hoteles obtienen un certificado de clasificación con una duración de varios años, pasados los cuales deben revalidarlo superando una nueva inspección.

En definitiva, el trabajo de los estudiantes del CETT concluye que actualmente en Europa las estrellas (hoteleras) son difíciles de ver como consecuencia de la creciente polución (normativas dispares), circunstancia que obliga a aplicar políticas de limpieza general (unificación de sistemas de clasificación) para que las estrellas vuelvan a brillar.

PRIMER CONGRESO IBEROAMERICANO DE DERECHO DEL TURISMO.


El 1er. Congreso Iberoamericano de derecho del turismo está destinado a convertirse en un hito a partir del cual el análisis legal y el aporte de soluciones jurídicas en relación al turismo en todos sus aspectos, encontrarán su máximo prestigio en este evento de trascendencia internacional.
Primer Congreso Iberoamericano
de Derecho del Turismo
Buenos Aires - Argentina



Organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), juntamente con IFTTA Argentina (International Forum of Travel and Tourism Advocates), se trata del evento internacional más importante en la materia.
Declarado de “Interés Turístico Nacional” por la Secretaría de Turismo de la Presidencia de la Nación Argentina.

El 1er. Congreso Iberoamericano de Derecho del Turismo tendrá lugar los días 21 y 22 de agosto de 2008, con sede en la Facultad de Derecho de la UBA, sita en Av. Figueroa Alcorta 2263, Ciudad de Buenos Aires.

Esta significativa iniciativa contribuye a la especialización en el tratamiento jurídico del turismo, sin duda consecuencia directa de la profesionalización de la actividad turística, y de la importancia de ésta para el desarrollo de las naciones.
El 1er. Congreso Iberoamericano de derecho del turismo está destinado a convertirse en un hito a partir del cual el análisis legal y el aporte de soluciones jurídicas en relación al turismo en todos sus aspectos, encontrarán su máximo prestigio en este evento de trascendencia internacional.

dimecres, 12 de març del 2008

GUÍA PRÁCTICA PARA VIAJAR. Derechos y obligaciones del turista.


La Guía práctica para viajar. Derechos y obligaciones de los turistas ha sido elaborada desde las tareas de docencia e investigación que se llevan a cabo en el área de Derecho de la Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo CETT - UB. En esta guía, considerando la situación del mercado turístico español y europeo, así como los viajes que realizan los ciudadanos españoles y europeos a lo largo del año, el lector encontrará los distintos temas ilustrados con un centenar de casos prácticos y sentencias judiciales relacionadas, que nosotros denominamos Turisprudencia, lo cual ha de permitir conocer cuales son las orientaciones más recientes de los Tribunales en los temas más conflictivos y polémicos, que en el marco de los viajes combinados y el transporte turístico se han producido en los últimos años en el marco de las relaciones turísticas y de la programación y venta de los denominados viajes combinados.

Los autores Doctor Ramon Arcarons i Simon [Profesor Titular de Derecho del Turismo de la EUHT CETT -UB) y Profesor Asociado de Derecho Internacional Privado de la Facultad de CCJJ (URV); Òscar Casanovas Ibáñez [Profesor Derecho del Turismo de la EUHT CETT - UB; Francisca Hernández Ventura (Diplomada en Turismo, por la EUHT CETT-UB) y, Maria Martínez Benítez (Diplomada en Turismo, por la EUHT CETT-UB).

dimarts, 4 de març del 2008

SENTENCIAS JUDICIALES PIONERAS



Altas indemnizaciones por maletas perdidas
• Dos viajeros recibirán 2.900 y 2.650 euros por los "daños morales"
XAVIER ADELL.BARCELONA

Perder la maleta de un pasajero puede empezar a salirle muy caro a las compañías aéreas. Dos sentencias, una del Juzgado Mercantil número 2 de Barcelona y otra de la Audiencia Provincial de Girona, han reconocido por primera vez los "daños morales" producidos por el extravío del equipaje y han fijado indemnizaciones de 2.650 y 2.900 euros, respectivamente. Ambos fallos abren una sólida vía para que los miles de damnificados consigan judicialmente lo que se les niega en los mostradores de reclamaciones de los aeropuertos.


El personal de las compañías aéreas tendrá que ponerse las pilas. Ya no valdrá marear a los pasajeros que pierdan las maletas o escurrir el bulto. En una sentencia que sienta precedente, la Audiencia de Girona ha condenado a Spanair a pagar 2.900 euros a Joan Capdevila, un viajero que perdió su equipaje en el vuelo de vuelta entre Lima y Barcelona, con escala en Madrid, en abril del 2007. La compañía no recurrirá.


El tribunal provincial considera que "la desorganización en la gestión del equipaje puede ser considerada negligencia grave". Además, los jueces estiman "acertado" que Capdevila --que viajó a Perú para asistir al bautizo de un hijo-- sea compensado económicamente "por el desasosiego propio de la situación producido por la incertidumbre".


El segundo caso es el de María Sol León de la Cunza que se quedó sin equipaje en un viaje de Barcelona a Florencia con la compañía Meridiana Air el 3 de agosto del 2007.


El Juzgado Mercantil número 2 de Barcelona comprende "la irritación y el enojo" de la mujer, que viajaba con su hija para pasar 15 días en la ciudad italiana y que "vio frustradas en buena medida sus vacaciones". Por ambos motivos, el tribunal condena a Meridiana Air a pagarle 450 euros en concepto de daños morales y otros 2.200 euros --el máximo fijado por la reglamentación internacional-- por el valor de la maleta.


Dan Miró, abogado de ambos viajeros, subrayó ayer que las sentencias "pueden poner en una situación complicada a las compañías aéreas", ya que solo Iberia reconoce haber perdido 500.000 equipajes en el 2006. Si todas las víctimas de extravíos de esta compañía obtuvieran una sentencia como la de Capdevila o León de la Cunza, Iberia tendría que hacer frente a indemnizaciones por más de 100 millones de euros.

DESPEGAN LAS DENUNCIAS DE VIAJEROS


consumo
Despegan las denuncias de viajeros
SOLANGE VÁZQUEZ s.vazquez@diario-elcorreo.com

¿DONDE ESTÁN?
La pérdida de maletas es uno de los principales motivos de reclamación de los viajeros. Según los últimos datos de la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA), organismo que aglutina a más de la mitad de las compañías que operan en la terminal de Loiu, y que no incluye a las empresas de bajo coste, la aerolínea que más equipajes extravía es TAP Portugal, con 27,8 maletas perdidas por cada 1.000 vuelos. Por detrás están Alitalia (19,7) y Air France (17,6). Por debajo de la media europea (16,6) se encuentran Lufthansa (15,8), Spanair (15,4), Iberia (13,8) y Brussel Airlines (11,7).

Cuando alguien regresa de un viaje suele traer consigo algunos 'souvenirs', fotos de los mejores momentos, muchos recuerdos y quizá alguna que otra añoranza. Pero, en ocasiones, también vuelve con un notable disgusto, un indeseable 'extra' que se topó por el camino y que le amargó la experiencia. Hoteles a los que se les han caído dos o tres estrellas de repente, excursiones contratadas que al final no se pueden realizar, pérdida de maletas, daños en el equipaje, retrasos en vuelos que impiden hacer un enlace y dejan a uno perdido en ese limbo moderno que son los aeropuertos Cada vez son más las personas que ponen reclamaciones y denuncias contra agencias de viajes y líneas aéreas. Según datos de la Asociación Vasca de Consumidores (EKA), en los últimos cinco años, las quejas de usuarios que habían tenido problemas en viajes se han duplicado. Este tipo de reclamaciones supone alrededor de un 9,8% de las recibidas en 2007 y sólo es superado por el apartado que reúne las acciones contra compañías telefónicas (21%), la bestia negra de los consumidores. «El 90% de las quejas sobre medios de transporte se refiere al avión. Han aumentado mucho porque los viajes son cada vez más baratos, la gente sale más y también está más concienciada de que ante un atropello debe defender sus derechos», explica José Luis Segura, portavoz de la organización.Pero muchas veces los afectados no se conforman con una pataleta o con llegar a un entendimiento con la compañía que les ha puesto en aprietos. En ocasiones, el asunto acaba en los juzgados, donde este tipo de litigios está a la orden del día. «En el último lustro casi se han triplicado. Sólo en Bilbao hay hasta diez juicios de este tipo a la semana, en el juzgado de Primera Instancia y en el de lo Mercantil», explica Mikel Alonso, abogado de Euro XXI, un bufete de referencia en batallas legales contra aerolíneas y agencias.Como trasfondo a este incremento de denuncias, Alonso ve un claro cambio de mentalidad. «La gente ya no va a enterrar el asunto después de haberle cantado las cuarenta a la señorita del mostrador, como se ha hecho toda la vida. Cada vez hay más afectados que quieren que alguien dé la cara», señala el abogado. A su juicio, en el 'subidón' de acciones legales para recibir compensaciones por fiascos en los viajes también influye -«y mucho»- el hecho de que la práctica totalidad de los casos se salden a favor del afectado.

«No nos forramos»

Además, las sentencias exitosas crean jurisprudencia y «pueden ayudar a terceros» que pasen por situaciones parecidas. «Está claro que nosotros no nos forramos con estos juicios, porque las compensaciones que reciben no son millonarias, suelen ir desde 1.000 ó 3.000 euros hasta 6.500, que es la más cuantiosa que hemos logrado pero fidelizamos a los clientes», detalla el letrado, quien también apunta que, en ocasiones, ambas partes se apean de la vía legal y llegan a un acuerdo extrajudicial «ventajoso» para el denunciante. Pero hay un punto 'justiciero' que también anima al letrado bilbaíno: «He visto gente llorar en mi despacho y conozco casos de personas que han tenido un viaje desastroso y han sufrido una depresión». Su memoria es un apabullante banco de datos y, según va desgranando su discurso, se agolpan en su cabeza un montón de historias: algunas tristes, como la de una pareja que había preparado con mimo un viaje para su 25 aniversario y lo acabaron sin maletas y con el ánimo por los suelos; otras divertidas, como la de tres jóvenes bilbaínos que a causa de un retraso en un vuelo llegaron tarde al inicio de un 'tour' por Argentina y que recibieron tres cartas de la compañía aérea pidiendo disculpas, cada una atribuyendo el problema a una causa distinta. Y también hay episodios rocambolescos: como el de unos empresarios a los que la aerolínea les perdió un 'stand' con el que tenían que asistir a una importante feria y que tuvieron que presentarse en el evento a pecho descubierto; o como el embargo de un avión de 'Easyjet' por parte de Euro XXI porque no pagaban una indemnización que debían a una clienta. «Al final se arregló y el avión salió -aclara-. Es una de las pocas veces que hemos ido contra una compañía de bajo coste, mi experiencia me dice que no funcionan peor que las demás, porque apenas nos han llegado casos».Después de ser el paño de lágrimas de muchos pasajeros durante una década -y también el azote de agencias y compañías-, Alonso tiene claro que todo buen denunciante debe contar, a ser posible, con dos armas: las cartas de disculpa de las compañías, porque «al lamentar lo sucedido admiten su negligencia», y justificantes «de todo». Y cuando los billetes o las reservas se hacen por Internet, con especial mimo, porque esos papeles son el único nexo que permite demostrar los servicios contratados. «Las personas ordenadas lo tienen más fácil en el juicio», sostiene. Por eso, aconseja que nadie se separe de sus 'tickets' y comprobantes. «Cuando los pidan las compañías, hay que mandarles copias, porque a veces se quedan con los originales y te hacen una faena -alerta-. ¿Los papeles siempre con uno!»Así lo hizo Conchi de La Peña, una chica de Getxo que denunció a la agencia que le organizó un viaje a China hace tres años. Le adelantaron la fecha de salida un día -«tuve que hacer el equipaje a toda mecha»-, le cambiaron los hoteles, hizo escalas que no estaban previstas, le recortaron días de estancias en algunas ciudades y viajó en compañías que no constaban en el contrato. «¿Eran de las mejores del mundo y me querían hacer pagar la diferencia! ¿Se iba genial, pero a qué precio!», recuerda Conchi, quien, tras aportar todo tipo de justificantes, acaba de recibir el fallo favorable del juez -una compensación de más de 1.400 euros- con el que pone punto final a su viaje a China. Nunca imaginó que su última escala sería un juzgado bilbaíno.